Seminarios / Workshops

La formación de un psicoanalista es una tarea intensa y delicada, que implica un esfuerzo sostenido a lo largo de muchos años. El psicoanalista es alguien que toma primero la medicina que administra, y entonces es el análisis personal la columna vertebral de cualquier adiestramiento. Pero la formación se asienta también en dos puntales más: el ejercicio continuo de la supervisión, una práctica en que un analista habla de su trabajo con otro analista experimentado, a menudo por años; y la formación teórica que suele organizarse a través de seminarios.

La teoría, la clínica, las relaciones con artes y ciencias; el control de casos y una intensa y verdadera experiencia del inconciente a través del propio análisis son entonces el nudo de una formación que es, de algún modo, interminable.

Aquí muestro algunas propuestas en las que he trabajado, acerca de temas que encuentro cruciales para la práctica del análisis. Algunas fueron organizadas en dos modalidades: como taller intensivo presencial de unas ocho horas de trabajo, y como seminario extendido -presencial y remoto- que ha permitido profundizar un trabajo de investigación sobre un tema específico a lo largo de varios meses.

La formación de un psicoanalista es una tarea intensa y delicada, que implica un esfuerzo sostenido a lo largo de muchos años. El psicoanalista es alguien que toma primero la medicina que administra, y entonces es el análisis personal la columna vertebral de cualquier adiestramiento. Pero la formación se asienta también en dos puntales más: el ejercicio continuo de la supervisión, una práctica en que un analista habla de su trabajo con otro analista experimentado, a menudo por años; y la formación teórica que suele organizarse a través de seminarios.
La teoría, la clínica, las relaciones con artes y ciencias; el control de casos y una intensa y verdadera experiencia del inconciente a través del propio análisis son entonces el nudo de una formación que es, de algún modo, interminable.
Aquí muestro algunas propuestas en las que he trabajado, acerca de temas que encuentro cruciales para la práctica del análisis. Están organizadas en dos modalidades: como taller intensivo presencial de unas ocho horas de trabajo, y como seminario extendido -presencial y remoto- que permite profundizar un trabajo de investigación sobre un tema específico a lo largo de varios meses.

Interpretación

El analista, a quien le compete la dirección de la cura, interviene de distintos modos en la misma, fundamentalmente a través de la interpretación. La idea del seminario es trabajar sobre el modo en que intervenimos en toda su complejidad, problematizar y tornar pensable incluso aquello que hacemos cotidianamente sin percatarnos de ello.

¿Cómo interpretar? ¿Cuándo interpretar? ¿Para qué interpretar? ¿Desde dónde interpretar? son algunas preguntas que nos guiarán en un recorrido donde se espera que aquellos colegas en formación puedan encontrar herramientas para la clínica y que todos, independientemente de la experiencia o formación previas, reflexionemos sobre el modo en que interpretamos.

Modos de oír

El psicoanálisis consiste básicamente en ser un modo inédito de escucha. Donde otros tan solo miraban, Freud fue capaz de escuchar e inventó un nuevo dispositivo de escucha que en realidad copió de sus pacientes.

Tal como John Berger fue capaz de describir distintos modos de ver, nos proponemos trabajar sobre distintos modos de oír y explorar el modo en que se distingue la escucha en psicoanálisis de otros modos de oír posibles.

Adolescencia como funambulismo

La adolescencia se encuentra en una situación paradójica: mientras la vulnerabilidad es patente como nunca, la asunción del riesgo tiene un lugar fundante en la estructuración subjetiva.

Nos proponemos investigar en esta encrucijada a partir de algunos ejes conceptuales que hacen tanto a la artesanía clínica como a una concepción general de la juventud contemporánea. Fundamentalmente en lo atinente a la lengua, al sexo, al riesgo y la muerte.

Principios del psicoanálisis

Nos proponemos pensar en los principios del análisis, es decir, en los movimientos necesarios para que, a partir de una consulta, pueda instalarse un dispositivo y un proceso analíticos. En un segundo plano, la historia del psicoanálisis –y el propio principio del análisis del analista- se recapitula en cada nuevo inicio de un análisis. Y los principios que diferencian al psicoanálisis de cualquier psicoterapia han de volverse a justificar en cada nueva ocasión. Esta multivocidad de los “principios”, y sus consecuencias en la práctica cotidiana- es lo que pretendemos poner a trabajar en el seminario.