Entrevista en Río de Janeiro

L)  em que ponto você está?   ( de vida, obra, projetos….)

Espero no estar, al momento de que esta entrevista sea leída, en el mismo punto en que estoy mientras la respondo. Me interesa la idea del viaje, tanto en relación a la vida como al psicoanálisis. Si estoy en un punto, se trata de un punto en medio de un viaje. Viajar es un antídoto perfecto para las enfermedades profesionales del analista, viajar permite extranjerizarse, hacerse vulnerable y receptivo. Me interesa el lugar del viajero, que es distinto al del simple turista y también al de quien se traslada para colonizar o conquistar. Eso me interesa ahora, viajar: por los discursos, por las geografías.

2)  ao participar da criação de calibán, revista latino-americana de psicanálise da fepal, imaginamos que tenha concretizado  mais  do que um projeto editorial de sucesso com 10 edições ao longo de 6 anos.  Foi  a realização de um sonho?  Poder  reunir  a psicanálise desse nosso lado do equador  num  mesmo espaço/tempo/línguas ?

Trabajé como editor durante 14 años, y en las dos publicaciones que dirigí he jugado mucho de mi deseo. Pero si hay un sueño realizado -al modo en que se realizan los deseos en los sueños- más que haber participado en la creación de esas publicaciones -a fin de cuentas, siempre un asunto narcisista- es verlas crecer sin mí. Me gusta ver esos proyectos editoriales caminando, a cargo de otros -muchos de ellos invalorables amigos cariocas sin los cuales Calibán no sería lo que es- aportándole cada uno su diferencia. Y no ser yo quien los conduzca, eso me enorgullece de verdad.

Calibán es un punto de encuentro de los psicoanalistas latinoamericanos, de nuestras geografías y lenguas. Pero encuentrotambién en el sentido que tiene esa palabra en psicoanálisis, donde remite siempre a un desencuentro, a un desajuste estructural, una diferencia irreductible. Calibán es un punto de encuentro pero también un espacio donde se hacen evidentes las diferencias de nuestra comunidad psicoanalítica para pensar nuestra práctica. Y esas diferencias deben ser respetadas y puestas a trabajar.

3) por falar em sonhos….” O sonho nosso de cada dia”  é  sem  duvida uma expressão estética, a mais expressiva, do inconsciente.  Seria por  aí  (trilhando sonhos)  que analistas e artistas  se “encontram” e  se “assemelham” nas suas produções artísticas e analíticas?  Ou dizendo  de outra forma:

4) a coluna vem entrevistando os vários campos das artes e é por isso que queremos encerrar o ano com a psicanálise…. O que acha dessa inclusão da psicanálise no campo das artes?

Los artistas no solo van delante de los psicoanalistas, sino que además llegan más lejos que nosotros. Soportan -aquellos artistas verdaderos- el encuentro con una materia incandescente, con algo a la vez real e insoportable, y también verdadero e imprescindible. Y pagan un precio por ello. Creo que los artistas son la avanzada de la especie humana. Y sería necio para un psicoanalista -que trabaja también con lo más verdadero de la subjetividad- renunciar a los descubrimientos de esos exploradores del abismo.

Freud y Lacan ambicionaron para el psicoanálisis un estatuto científico. Ambos a la vez reconocieron su carácter particular, ajeno a los patrones habituales de lo que se entiende por ciencia. Una ciencia de lo singular no es mal modo de definir nuestra práctica, pero a la vez es un oxímoron, pues la ciencia precisa de generalizaciones. Entiendo que el psicoanálisis tiene muchos puntos de encuentro con el arte contemporáneo, algunas de sus marcas -la extranjería y el anacronismo, la extraterritorialidad y la singularidad, el mestizaje y la narratividad, etc.- son compartidas. Pero un psicoanalista no es un artista, no corre los mismos riesgos, sino  otros. En todo caso nuestra práctica tiene mucho de artesanal, y uno podría pensar la artesanía como un arte menor. No me disgustaría para nada que el psicoanálisis estuviera en el campo de las artes, pero la nuestra también es una profesión burguesa, en la tradición de las artes liberales, y eso -entre otras cosas- nos diferencia. Sin embargo, la interlocución con el arte contemporáneo, con la literatura, con discursos alejados y a la vez cercanos al nuestro, funcionan -para mí al menos- como antídoto contra la modorra del pensamiento que la práctica de toda profesión acarrea.

5) você chegou a dizer em uma de suas conferencias que os analistas tinham muito o que aprender com a arte contemporânea.  De  fato  a  revista oferece grande espaço para entrevistas e obras de artistas.  Desenvolva o seu pensamento para nós…..

El psicoanálisis implica un movimiento paradojal: por un lado entraña una extrema especificidad en sus lecturas teóricas y en la clínica que produce. A la vez, esa singularidad se complementa con una apertura a la fertilización de otros discursos, sean éstos los de la ciencia o la literatura, la filosofía o el saber popular, la religión o la política. En ese movimiento paradojal de apertura y cierre, de mestizaje y precisión, se concentra la potencia del psicoanálisis. Creo que los desarrollos analíticos demasiado centrados en sí mismos acaban en la repetición y la entropía. Salvo que aparezcan autores que, como Lacan o Bion, subvierten todo. Pero no es casual que esos autores abreven en discursos ajenos al nuestro para formular sus teorías… Nuestra disciplina -como toda profesión- es conservadora, el arte en cambio toma riesgos y valora las vanguardias. Ver arte, escuchar a los artistas, nos lleva más lejos y además con mayor economía de recursos: años atrás, recién llegado de un congreso donde trabajosamente los analistas latinoamericanos debatíamos sobre    realidades y ficciones, vi aquí una muestra en Casa Daros. Allí estaba todo dicho, de un modo más potente y a la vez más destilado y poroso, fértil. Al hablarnos de lo que  no sabemos (aún) los artistas nos llevan a un terreno inexplorado, donde aparecen no solo respuestas, sino sobre todo nuevas preguntas.

6) sabemos que as revistas de cultura psicanalíticas tem por objetivo a difusão da psicanálise. Não visam obter lucro financeiro, porém sempre enfrentam resistência institucional, “verdad”?

No me gusta diferenciar -en psicoanálisis- entre revistas científicas y de cultura. Creo que considerar la “cultura” como ornamental, una extensión de un psicoanálisis que encontraría en otras publicaciones, “científicas”, el espacio adecuado para su discusión pura y dura, no le hace justicia a la particular disciplina que practicamos. Muchas veces hay más material para discutir científicamente al apartarnos de bibliografías trajinadas y contraseñas de pertenencia, cuando nos acercamos a las fronteras de nuestro campo. Calibán es un modelo de publicación que intenta resolver, ojalá lo logre, esa aparente antinomia entre dos tipos de publicaciones, que recorre la historia del movimiento psicoanalítico desde sus comienzos.

Una revista, para valer el esfuerzo colectivo que implica editarla, debe producir movimientos. Si no hay resistencias -lo sabemos desde Freud- es porque no tocamos nada importante. Una revista como Calibán, creo, intenta ir más allá de nuestras limitaciones, más allá de nuestros consensos y comodidades, más allá incluso de nuestros ideales institucionales. No siempre lo logra, pero lo intenta. Claro que eso genera resistencias, y está bien que así sea. Creo que, al igual que en un análisis, cuando se cuestionan en demasía aspectos como los económicos, hay que buscar en otro lado las reales motivaciones, los puntos que son tocados por una revista atípica en una comunidad analítica bastante conservadora. Las principales resistencias, creo, son ideológicas, y ligadas al modo en que se piensa al psicoanálisis, a su clínica y sus teorías, a sus instituciones. De todos modos, Calibán y otros proyectos editoriales siguen existiendo en el seno de las mismas instituciones que también las resisten. Y eso habla muy bien de nuestras sociedades; eso no es común de ver en otras instituciones analíticas: somos mucho más tolerantes incluso frente a lo que nos cuestiona.

7) pode contar sobre o livro que está escrevendo? E o livro lançado em 2015, psicoanálisis en lengua menor?

Al haberme alejado de la gestión editorial, he recuperado un tiempo que me permite retomar proyectos de escritura. A principios del año próximo aparecerá en inglés un libro llamado “The compass and the couch”. Terminé también un libro sobre jóvenes, en particular en su relación al riesgo, y trabajo también un un libro sobre la interpretación psicoanalítica. “Psicoanálisis en lengua menor” es un libro que hilvana algunas conferencias que he dado en las que me he beneficiado mucho de la interlocución con psicoanalistas, artistas e intelectuales en distintas ciudades latinoamericanas. Es una especie de bitácora donde están presentes muchos de mis intereses, y a la vez una cantera de la que intento extraer algo de material para otros proyectos.

8) em que ponto está a psicanálise nos tempos atuais? Como enfrentar os desafios da clínica e da cultura?

Más de un siglo después, la diversidad teórica y las ampliaciones de la clínica son notables. A la vez, el espacio clínico y público se encuentra en disputa. No solo entre psicoanalistas y otras corrientes que desconocen al sujeto tal como nosotros lo concebimos, sino entre distintas instituciones psicoanalíticas, con estilos y estrategias diferentes. No creo que -en Latinoamérica al menos- haya menos interés en el psicoanálisis, como suele decirse, solo que ese interés es disputado por más jugadores, en una época que cambia vertiginosamente. El destino de las transferencias es lo que cuenta. Y este tiempo puede ser una bisagra para el psicoanálisis, y lo que hagamos -o no- los psicoanalistas y nuestras instituciones será decisivo: o languidecemos y envejecemos encerrados recordando viejas glorias, en un narcisismo autocomplaciente, o nos ponemos realmente a la altura de esta época, aprovechando la potencia de nuestra clínica que, aún siendo anacrónica -o por eso mismo- tiene mucho que decir hoy en día.