Entrevista: sobre la formación en tiempos de pandemia
Mariano Horenstein (Director de Instituto de la Asociación Psicoanalítica de Córdoba)
En su experiencia: que efectos tiene la ruptura de la ilusión de que el analista no padece las mismas dificultades que el analizado, como sucede con la pandemia actual del corona virus? Cuáles son las implicancias clínicas y de qué modo transmitir o practicar el psicoanálisis en tiempos de crisis?
Todo analizante sabe que quien lo escucha pertenece a la misma especie y enfrenta dificultades similares. Al mismo tiempo, la ilusión transferencial construye un analista más o menos inmune a las contingencias de la vida, el envejecimiento, la enfermedad o la muerte. Y claramente la pandemia desbarata esa ilusión. No veo en esto un gran problema, e incluso entrañe una oportunidad. No creo que sea conveniente fogonear o sostener en exceso la imagen de un analista inmune, no atravesado por castración alguna. Me parece que eso imposibilita un final de análisis donde el analista finalmente caiga. Y creo que la idea que un analista tiene del final de análisis opera desde la primera interpretación. La pandemia pone en un primer plano la vulnerabilidad, la fragilidad que nos habita y eso creo que es un elemento central a atravesar en una cura.
Por supuesto que nadie desea una crisis como la que atravesamos, pero al mismo tiempo la idea de “crisis” en nuestro continente es debatible: es tan habitual estar en crisis que su carácter episódico se diluye. Estamos acostumbrados a estar en crisis, tenemos reflejos y aunque no tengamos anticuerpos para el coronavirus, sí los tenemos para las crisis, quizás mucho más que nuestros colegas europeos. Practicar y transmitir el psicoanálisis en tiempos de crisis creo que nos lleva a rescatar lo más medular y valioso del dispositivo analítico y las teorías con las que operamos, evitando cualquier tentación burocrática. Al mismo tiempo, recuperamos la impronta del análisis originario, cuando Freud pudo inventarlo tambiénen un momento crítico, el de la descomposición del Imperio Austro-Húngaro.
En su país o en su sociedad ¿Cuáles medidas están siendo adoptadas para sostener los lazos sociales en tiempos de aislamiento social? Cuál es el rol del Instituto de Psicoanálisis en este momento?
Nuestro país ha adoptado desde muy temprano una cuarentena relativamente estricta, por razones sanitarias, que se ha mostrado eficaz (hasta el momento) para tornar manejable la pandemia. El Instituto no tiene un rol activo más allá de sus responsabilidades de enseñanza y transmisión, pero a través de la Directiva de la Asociación y de las de las instituciones a las que pertenecemos -FEPAL e IPA- ha habido una participación activa en la discusión pública, donde el psicoanálisis tiene cosas importantes por decir. Salir de nuestros consultorios a decirlas, sin que eso implique desatender la especificidad de nuestro oficio, nos parece una responsabilidad inexcusable, como psicoanalistas y como ciudadanos. En lo personal, intento pensar desde nuestra disciplina lo que sucede tanto puertas adentro -en seminarios, tertulias o supervisiones- como puertas afuera, en encuentros o publicaciones analíticas, en otras destinadas a un público más amplio.
Hacia dentro de nuestros espacios, son numerosos los lugares donde sostenemos lazos de discusión, lo que hace al menos pensar hasta qué punto lo presencial es imprescindible. Una práctica históricamente muy localizada como el psicoanálisis, de pronto se encuentra sin el soporte físico de los encuentros presenciales, pero con una amplitud inusitada se abren espacio de discusión, de trabajo, de análisis y supervisión más allá de las fronteras de la ciudad. La fraternidad del psicoanálisis latinoamericano -pese a vernos imposibilitados de encuentros como el planeado para Montevideo- se potencia por otro lado.
En su Instituto ¿se están llevando a cabo algunas estrategias para que los analistas continúen la formación manteniendo el análisis personal, supervisiones y seminarios teóricos? Cuáles son las medidas que están siendo tomadas en su Instituto para cuidar a los analistas en formación?
En un experimento que al parecer, un cuatrimestre después, está funcionando, hemos trasladado todos nuestros seminarios y reuniones a plataformas virtuales. Hemos avalado también la continuidad de análisis y supervisiones didácticas de modo no presencial, ante la imposibilidad de hacerlo. Incluso un nuevo grupo de candidatos no ha tenido aun posibilidades de encontrarse físicamente. Fuera de esporádicas marchas y contramarchas en relación a la cuarentena obligatoria, no parece haber condiciones aun de volver a los encuentros presenciales en nuestra sede.